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lunes, 4 de junio de 2012

Partido peronista


Para Perón, un hecho muy importante fue dar forma al heterogéneo conjunto de fuerzas que lo apoyaba, proveniente de diversos sectores, con diversas tradiciones y en muchos casos nutridos de cuadros y militantes sin experiencia ni formación política. Debía crear un disciplinamiento y una organización acorde con los principios peronistas y evitar conflictos internos. Para lograr su objetivo hizo uso de la autoridad del Estado para disciplinar las fuerzas propias, y utilizó su liderazgo personal e intransferible, que se constituyó naturalmente pero que luego fue alimentado por los medios de difusión. En el Congreso, el presidente exigió de cada diputado o senador una renuncia en blanco, como garantía de su disciplina.
El partido peronista, creado en 1947, adoptó una organización vertical, donde cada escalón se subordinaba a la decisión del nivel superior, hasta culminar en el líder, presidente del país y del partido, con derecho a modificar cualquier decisión partidaria. A esto se le llamó una versión local del Führerprinzip alemán, aunque su aplicación en la Argentina haya sido menos dramática. El Partido se limitó a organizar las candidaturas y Perón, a arbitrar en los casos difíciles o a mencionar simplemente quiénes debían ser electos. La organización se modificó varias veces y los organigramas acentuaron la verticalidad.
El Partido fue incluido dentro del movimiento, junto con el Partido Peronista Femenino y la CGT, a las órdenes del jefe supremo, a quien se subordinaban el Comando Estratégico y los Comandos Tácticos. 

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